lunes, 29 de noviembre de 2010

Saber hablar..
ciencia exacta difícil de aprender.
Palabras caminan, vuelan.
Son pronunciadas día y noche.
Pero la delicadeza de las palabras
Solo unos pocos tienen la suerte
De saberla y practicarla.
Las palabras duelen,
Las palabras sanan.
Solo hay que saber como
cuando y con quién usarlas.
Para que tu me oigas,
mis palabras
se martirizan a veces,
se hacen frívolas otras tantas.

Las siento lejanas mis palabras.
Más que mías, son tuyas.
Van desplazando mis viejos dolores.
El resentimiento huye de mí.

Es lucha, competencia
Batalla en medio campo, tal vez.
Carrera sin fin, que nunca
llega a la meta.

Es por eso que hoy se liberan
las palabras, y se hacen
mías nuevamente diciendo
Todo lo llenas tu, todo lo llenas tu.
Miradas se cruzan en la ciudad. Miradas tristes, con un rumbo fijo. Nadie percibe lo que pasa a su alrededor. Simplemente los minutos pasan, las horas pasan. Todos caminan, corren, hacia ese lugar al que desean no llegar. Los paraguas se cruzan, la gente se choca, un día para meditar corre como un día más; debería ser un día sin igual, lamento no poder actuar. La nostalgia inunda la calle. Las gotas caen. Los autos pasan salpicando sin cesar. Y esas gotas que eran de lluvia, acompañadas por la nostalgia del pensar, me hacen sentir un profundo anhelo por las cosas que quisiera vivir.